[:en]One of the programs that Boys Town offers that has the largest impact is out of its South Omaha Office. Staffers work directly with South High School and Marrs Middle School.
“And our primary approach there is to work with a school counselor, a gang interventionist, and families directly, when an adult in a young person’s life is seeing they are starting to have school problems,” Juliano said.
Staff can work with families in their homes. They can also provide care coordination, which means meeting with the families, helping them connect with the school and making sure that they are getting the supports that they need from the school as well as linking them with other kinds of services in the community.
Boys Town has a strong presence in South Omaha including an outpatient behavioral health clinic. If a parent or someone from the school thinks there may be an emerging mental health or substance abuse issue, they can come in and get an assessment and a referral as well, if needed.
They also provide parent training, giving parents the skills to work with their kids, and address their behaviors.
“We are really trying to get to the family sooner. For South High, we operate an alternative school for 9th and 10th graders. Kids who get suspended have an option to attend a school in their office with South High’s curriculum and laptops. It also gives suspended students the opportunity to continue working on their academic credits and the behaviors that led to their suspension,” Juliano said.
Another challenge is the large population of parents who are not native-English speakers. Some are having immigration challenges or a tough time assimilating into our culture. Boys Town tries to provide a broad base for all families.
Boys Town’s work is funded through a variety of sources. Their in-home programs are funded directly by the Probation Administration. If its in-home work is a court referral, we have a contract where Probation will fund those services. If they’re kids in the Child Welfare System, they have a contract with PromiseShip.
“But largely, in South Omaha, the vast majority of the families we serve are not yet involved with the system. So, the program I described in South Omaha is funded about 60% by Boys Town directly and about 40% from grants through community foundations, the United Way and other foundations and funders,” he said.
That model serves kids before they enter the system, so the funding that comes along with kids being involved in the system is not available to most of those families in South Omaha. In North Omaha, Boys Town has a mix of some system-involved families. In those cases, the behavioral health piece is largely private insurance or Medicaid.
“So, we kind of put it all together the best we can to serve as many kids as we can,” Juliano said.
Shawne Coonfare, Director of the Juvenile Assessment Center (JAC), says the JAC’s general philosophy is if a youth is eligible to be diverted from formal court processing, then they need to do that.
“It’s really more about supporting youth and young people in what they need than keeping them out of court. What’s most important to us is that we are supporting the young citizens of Douglas County. And, by doing that, many of them don’t need to proceed to court,” said Coonfare.
The JAC provides assessments for juveniles for the County Attorney’s office. Coonfare explained the CA’s office has the legal responsibility of determining further processing and further charging decisions. So they rely on the JAC to use a standardized, validated, risk-assessment instrument and other screening instruments that can help them determine the real risk and needs for that individual youth.
Coonfare said not all kids are the same, “Two young people might be shoplifting together at Claire’s, and they both come to the JAC. They meet individually with an assessment professional here as do their parents or guardians. We look at the youth holistically, within the framework of our validated risk-assessment instruments and determine what are their risk and needs. One youth may actually have low risk, not have many needs and so may receive a recommended warning letter from the County Attorney. And another youth, in that same incident, may show a really high risk to continue offending behavior and other unhealthy behavior and needs some interventions put in place, like a therapy intervention or decision-making, something like that.”[:es]Uno de los programas que ofrece Boys Town que tiene el más grande impacto se aplica desde su oficina en el Sur de Omaha. El personal de trabajo lleva a cabo su labor directamente con South High School y Marrs Middle School.
“Nuestro enfoque principal es trabajar directamente con un consejero escolar, un intervencionista en pandillas y las familias cuando un adulto en la vida de una persona joven se percata de que está comenzando a tener problemas en la escuela”, dijo Juliano.
El personal de trabajo puede trabajar con las familias en sus hogares. También pueden proporcionar coordinación de cuidado, lo cual significa reunirse con las familias, ayudándole a conectar con la escuela y asegurarse de que están obteniendo el apoyo que necesitan de la escuela, así como conectarles con otros tipos de servicios en la comunidad.
Boys Town tiene una fuerte presencia en el Sur de Omaha, incluyendo una clínica ambulatoria de salud de comportamiento. Si un padre, o alguien de la escuela, considera que puede haber un problema emergente de salud mental o abuso de sustancias, pueden venir y obtener una valoración y una referencia, de ser necesaria.
También proporcionan capacitación a los padres, brindando a los padres las herramientas para trabajar con sus hijos y poder atender sus comportamientos.
“En verdad estamos tratando de llegar antes con la familia. Para South High, operamos una escuela alternativa para estudiantes de 9no y 10mo grado. Los niños que son suspendidos tienen la opción de asistir a una escuela en su oficina con el plan de estudios y laptops de South High. También permite a los estudiantes suspendidos tener la oportunidad de continuar trabajando sobre sus créditos académicos, así como sobre los comportamientos que les llevaron a ser suspendidos”, dijo Juliano.
Otro reto es la gran población de padres que no son hablantes nativos del idioma inglés. Algunos están luchando contra retos en inmigración o tienen problemas para asimilarse en nuestra cultura. Boys Town trata de proporcionar un amplio apoyo para todas las familias.
El trabajo de Boys Town es financiado a través de varias fuentes. Sus programas en los hogares son fundados directamente por la Administración de Libertad Condicional. Si su trabajo en el hogar es por referencia de una corte, hay un contrato en donde la libertad condicional proporcionará lo financiará. Si son niños en el Sistema de Bienestar de Menores, tienen un contrato con PromiseShip.
“Pero, en general, en el Sur de Omaha la gran mayoría de las familias a las que servimos no están todavía involucradas en el sistema. Así que, el programa que yo describí en el Sur de Omaha es financiad en un 60% directamente por Boys Town y por alrededor de un 40% de subvenciones a través de fundaciones en la comunidad, United Way y otras fundaciones y patrocinadores”, nos dijo.
Ese modelo sirve a los niños antes de que entren al sistema, por lo que el financiamiento que se obtiene para los niños involucrados en el sistema no está disponible para la mayoría de las familias en el Sur de Omaha. En el Norte de Omaha, Boys Town tiene una mezcla de algunas familias involucradas en el sistema. En esos casos, la cuestión de la salud del comportamiento es en gran parte cubierta por seguros privados o por Medicaid. Así que, hacemos que las cosas funcionen de la mejor forma posible para servir al mayor número de niños posibles”, dijo Juliano.
Shawne Coonfare, Director del Juvenile Assessment Center (JAC), dice que la filosofía general del JAC es que si un joven es elegible a ser diferido del procesamiento formal ante la corte, entonces necesitan ser diferidos.
“En verdad es más sobre apoyar a los jóvenes y a las personas jóvenes en lo que necesitan que en mantenerlos fuera de una corte. Lo más importante para nosotros es que estamos apoyando a los jóvenes ciudadanos del Condado de Douglas. Y al hacer eso, muchos no necesitan proceder a la corte”, dijo Coonfare.
El JAC proporciona valoraciones para los jóvenes para la oficina del fiscal del condado. Coonfare explicó que la oficina del fiscal del condado tiene la responsabilidad legal de determinar un procesamiento posterior y el levantar cargos. Así que confían en el JAC para utilizar una herramienta estandarizado y validado de valoración del riesgo y otras herramientas de revisión que pueden ayudarles a determinar el riesgo y las necesidades reales para ese joven en particular.
Coonfare dijo que no todos los niños son iguales: “Dos jóvenes pueden estar robando juntos en Claire’s y ambos vienen al JAC. Se reúnen aquí de forma individual con un profesional de valoración, al igual que sus padres o tutores. Vemos a cada joven de forma holísticamente, dentro de la red de nuestras herramientas validadas de valoración de riesgo y determinar cuáles son esos riesgos y necesidades. Un joven podría tener un menor riesgo y no tener muchas necesidades, por lo que podría recibir una carta recomendada de advertencia por parte del fiscal del condado. Otro joven, en ese mismo incidente, puede mostrar un alto riesgo de continuar con un comportamiento ofensivo y otros comportamientos nocivos y necesita algunas intervenciones, como una terapia de intervención o de toma de decisiones, algo así”.[:]