Por Félix Santana García
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El economista Jhon Maynard Keynes sustentaba que la base de la política económica es la Demanda Global (Dg) determinada por el consumo, las inversiones de las empresas, el gasto público y las exportaciones (Dg= C+I+G+Ex).
Y para combatir los dos problemas básicos de la economía: el desempleo y la inflación se deben tomar acciones que vayan directamente a combatir ambos flagelos.
Para disminuir el desempleo se debe aumentar la demanda global y para ello se debe aumentar el consumo de bienes y servicios de las familias, aumentar la demanda de bienes de inversiones de las empresas, aumentar la demanda del gasto público y aumentar la demanda de los mercados internacionales a través de las exportaciones.
Y para aumentar la demanda global se debe aumentar el consumo bajando los impuestos directos, bajar el costo de capital o intereses, aumentar el gasto público y aumentar las exportaciones mediante la baja de los tipos de cambio.
Para combatir la inflación conforme la teoría de Keynes se debe disminuir la demanda global bajando el consumo mediante un aumento de los impuestos, disminución de las inversiones a través de un aumento del costo de capital, disminuir el gasto público y promover un aumento en los tipos de cambio.
Recientemente el empresario José Luis Corripio Estrada (Pepín) propuso en el marco de la celebración del 43 aniversario de la fundación de la Federación Dominicana de Comerciantes, la creación de un Código para el Primer Empleo y el establecimiento de un sistema progresivo de impuestos, en el que los emprendedores no paguen las mismas tasas que las grandes fortunas.
Explicó el señor Corripio que estas medidas combatirían las dos grandes amenazas que enfrenta la sociedad hacia el futuro, que son la incapacidad de la economía de generar los empleos que demanda la sociedad y la desigualdad social debido a que el sistema fiscal impide que los pobres y la clase media puedan ascender socialmente.
Como se puede advertir tal como sostenía Keynes que los dos problemas básicos de una economía es el desempleo y la inflación o un aumento sostenido de los precios a través de más impuestos o aumento de los costos de producción.
En el país se procura hoy en día aumentar las recaudaciones a través de la disminución o eliminación de la evasión y la elusión impositiva reforzando dichas acciones mediante la Ley No 155-17 o de Lavado de Activos y Financiamiento del Terrorismo, pasos correctos a los fines de no aumentar los impuestos que puedan disminuir la demanda global la que influiría en un aumento del desempleo.
Es sumamente importante que antes de que se tomen medidas impositivas se evalúen los efectos multiplicadores que estas puedan tener sobre la demanda global que tanto influyen en un aumento del desempleo como en un incremento de los precios de bienes y servicios.
Esto así ya que se estaría vistiendo un santo al tiempo de que se esté desvistiendo otro. Es bueno también pensar en ser creativo de iniciativas que aumentarían las recaudaciones impositivas pero no se debe dejar a un lado el utilizar los ingresos que se generarían en un gasto público productivo o de calidad, pues de lo contrario solo se estarían gestionando mayores fondos pero sin atacar el despilfarro.
Ante esa situación se estaría trabajando solo para obtener más ingresos que no mejorarían el gasto público eficiente cayéndose por tanto en un círculo vicioso.
Se recomienda aplicar partida doble en la gestión fiscal, es decir, si se procura recaudar más impuestos se debe combatir el flagelo de la corrupción y la mala administración financiera del Estado.
Se debe estimular las buenas prácticas para el logro de un crecimiento económico sostenido e inclusivo que disminuya el desempleo y evite el aumento de la inflación y por supuesto la deflación que es tan dañina la una como la otra.
