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Lessons learned when Omaha South boys soccer won it all in 2013 inform the way coach Joe Maass does things now, following last year’s second state title. He not only draws on that earlier experience but on a recent family challenge and the expertise of fellow coaches.
Heavy graduation losses from last year’s championship team have him invoking “a Bill Belichick approach,” he said, referring to the New England Patriots head coach. “The Patriots don’t always have the best players, yet he’ll grab somebody’s second-team player or a late round draft pick and make them a fit for his system. We’ve focused a lot more on working hard in practice then maybe we did the year after we won it the first time.”
Hard work rubs off the youth on so many new faces.
“We feel like our talent level could drop off because we’re younger,” Maass said. “We only have four or five seniors, so we’ve had to just kind of bring a blue-collar mentality to it.”
He said his Packers reflect South Omaha’s personality.
“Blue-collar tough. That’s South Omaha to me. We’re not the biggest, but we’ll bang with you if you want.”
Attitude’s everything for this perennial power everyone wants to take down.
“These guys have to remember they play for South. Every team we play approaches it like the World Cup, so we can’t let up or coast. The fact we’re defending state champions just adds to it. The first time we won it we took it serious but I didn’t realize how serious it had to be. This time it’s been more of a business-like approach.”
Twin brothers Issac and Israel Cruz, along with Emilio Margarito, are top returnees who model high expectations.
“Those guys get it. The trick is getting some of the younger guys to. Like we’re starting a freshman and a sophomore. But a lot of new players are buying into the culture those older guys set. It’s good to see.”
Regarding the Cruz boys, he said, “They’ve been starting since their freshman year. They’ve always been leaders. Everyone respects them. It’s just how it is. They set the standard.”
“Same thing for Emilio Margarito. He’s a team captain now.”
Maass believes in open competition at practice. Nobody’s spot is guaranteed.
“If they don’t work hard, they’ll be called out. Every day you’re competing.”
This year even more so because of injuries.
“There’s been a lot of attrition – more than we’ve had in years. One of the things we talk about is next man up.”
That mantra’s extended from preseason tryouts for open spots to now and it’s already paid dividends.
With returning goalkeeper Adrian Feliz out due to injury, his spot came down to two players until one quit. That gave the job to Jeramiah Gonzales, whose brilliant opening weekend performance included a shutout of Burke in his first career start, followed by five stops of penalty kicks in a shootout against South Sioux City.
“Extraordinary,” is how Maass described what Gonzales did. “I’ll probably never see it in my lifetime again.”
He said when Felix comes back, he won’t automatically step into the starter role. He’ll have to earn it.
“They will be competing every day.”
Since Maass adopted next-man-up as a team philosophy, he said, “it feels like things are working better – there’s a lot more team harmony.” He added, “Back in the day, with some hot shot kids who wanted to do things their way it caused problems. We might have won, but it wasn’t fun.”
Forward Jose Hernandez is another player who, Maass said, “gets it.” “He was promoted from the sophomore team to the varsity for the Tennessee (Smoky Mountain) tournament last year and he scored the goal that helped us beat one team. He scored the first goal at state last year coming off the bench. He knows this is what you have to do. It’s not how many minutes you get, it’s what you do with them.”
Now in his 18th year, Maass has learned patience.
“We tell our kids, ‘Don’t worry about the first few games, let’s worry about games 17-18.’ As long as we’re clicking at the end, it doesn’t even matter what we’re doing right now. We just have to figure each other out and get better every day.”
His own priorities got a reality check last year when his wife Ann, an ESL instructor at South, was diagnosed with breast cancer. Chemo treatments and a double mastectomy later, the cancer’s in remission.
“When it first hits you, your whole life just kind of spins.”
During Ann’s illness he took a more active hand in their two young children’s lives and extracurricular activities.
“I even contemplated stepping down as coach to be a better family man, but at the end of the day we managed it, and here I am. I want to win games and championships but helping younger kids is probably more important after this.”
Having taken South soccer from the bottom to the top, he’s focused on maintaining excellence.
“I just want to keep it moving along.”
He readily acknowledges assistant coaches have helped South become a dynasty.
“I’m not afraid to go out and find someone who challenges me as a coach and who on top of that can run drills and do things at a higher level than myself.
“We evolve with every coach we bring in.”
By May, South aims to win its district, return to state and compete for another title. Packer coaches, players and fans expect it. But, Maass said, “the key is to get there.”
Read more of Leo Adam Biga’s work at leoadambiga.com.[:es]Las lecciones aprendidas cuando el equipo varonil de futbol soccer de Omaha South lo ganó todo en el 2013 informan la manera en la que el entrenador Joe Maass hace las cosas ahora después del segundo título estatal del año pasado. Él no solamente se apoya en dicha experiencia anterior sino también en los recientes retos familiares y en los conocimientos de sus compañeros entrenadores.
Los jugadores que se han ido del equipo campeón del año pasado debido a su graduación le han hecho invocar “un enfoque Bill Belichick”, según nos comenta, ello en referencia al entrenador de los Patriotas de Nueva Inglaterra. “Los patriotas no siempre tienen a los mejores jugadores, pero siempre encontrarán a un gran jugador del segundo equipo o a alguien a finales del draft que pueden hacer funcionar en su sistema. Nos hemos enfocado mucho en trabajar arduamente durante las prácticas, incluso tal vez más que lo hicimos en el año después de ese primer campeonato”.
Esa disciplina aplica para todos los nuevos jugadores jóvenes.
“Sabemos que nuestro nivel de talento podría bajar pues somos un equipo con más jóvenes”, dijo más. “Contamos con solamente cuatro o cinco jugadores mayores por lo que es necesario un esfuerzo mayor”.
Él comentó que sus Packers reflejan la personalidad del Sur de Omaha.
“Fuerte clase trabajadora. Para mi así es el Sur de Omaha. No somos los más grandes pero damos batalla”.
La actitud es importante para este equipo al que todos quieren derrotar.
“Estos muchachos tienen que recordar que están jugando para South High. Todos los equipos contra los que nos enfrentamos lo hacen como si jugaran la Copa del Mundo, así que tenemos que dar nuestro mayor esfuerzo. El hecho de ser el equipo campeón defensor lo hace más difícil. La primera vez que fuimos campeones lo tomé con seriedad, pero no sabía lo importante que era. Esta vez lo hemos tomado aún con más seriedad.
Los hermanos gemelos Isaac e Israel Cruz, juntos con Emilio Margarito, son los jugadores de mejor nivel que regresan al equipo, estableciendo con ello altas expectativas.
“Ellos lo entienden. El truco está en que los jugadores jóvenes lo entiendan. Por ejemplo, jugaremos con un joven de primer año y uno de segundo que han mostrado nivel. Y muchos de los jugadores jóvenes están entendiendo lo que buscamos hacer y siguen el ejemplo de los jugadores mayores y eso es muy bueno”.
Sobre los chicos Cruz, él comentó: “Han jugado en el equipo principal desde su primer año. Siempre han sido líderes. Todos los respetan. Así son las cosas. Ellos imponen el estándar”.
El entrenador continúa: “Lo mismo pasa con Emilio Margarito. Él ahora es el capitán del equipo”.
Maass cree en la competencia abierta durante las prácticas. Ninguno de los jugadores tiene un lugar garantizado.
“Si no trabajan arduamente, se los haré saber. Compiten todos los días”.
Eso es aún más cierto durante este año debido a las lesiones.
“Ha habido mucho agotamiento y desgaste, mucho más de lo que habíamos tenido en un largo tiempo. Una de las cosas de las que hablamos es sobre el ‘next man up’”.
Ese mantra se extiende desde las pruebas durante la pretemporada, para lograr tener un lugar en el equipo, hasta incluso ahora, lo cual ya está surtiendo sus efectos.
Como el portero Adrián Félix está fuera por lesión, su puesto estaba entre dos jugadores hasta que uno de ellos renunció. Eso permitió que Jeremiah Gonzáles se quedara con el puesto, teniendo una brillante participación durante el primer fin de semana que incluyó mantener su marco sin anotaciones en el encuentro contra Burke en el primer once inicial de su carrera, seguido de parar cinco penales en una tanda contra South Sioux City.
“Extraordinario” es como Maass describiría la actuación de Gonzáles. “Probablemente nunca volveré a ver algo así en toda mi vida”.
Él dijo que cuando Félix regrese, él no volverá automáticamente a la titularidad. Tendrá que ganársela. “Estarán compitiendo cada día”.
Desde que Maass adoptó el “next-man-up” como la filosofía del equipo, él comenta que “se siente como si las cosas funcionasen mejor, además de que hay más armonía”. El entrenador agregó: “Hace unos años, cuando se tenía a jóvenes que querían hacer las cosas a su manera eso ocasionaba problemas. Ganamos, pero no fue divertido”.
El delantero José Hernández es otro jugador que, según menciona Maass, “lo entiende”.
“El fue promovido del equipo de primer año al primer equipo para el torneo de Tennessee (Smoky Mountain) el año pasado y fue quien anotó el gol que nos permitió vencer a un equipo. También anotó el primer gol en el torneo estatal al entrar de cambio. Él sabe que esto es lo que tenemos que hacer. No son los minutos totales que se juegan sino lo que se hace con estos”.
Maass, ahora en su decimoctavo año, ha aprendido a tener paciencia.
“Decimos a nuestros jóvenes ‘No se preocupen por los primeros juegos, preocúpense por los juegos 17- 18’. Mientras nos estemos entendiendo al final, no importa lo que estenos haciendo ahora. Simplemente tenemos que entendernos y complementarnos y mejorar cada día”.
Sus propias prioridades recibieron una dosis de realidad el año pasado cuando si esposa Ann, maestra de ESL en South High, fue diagnosticada con cáncer de mama. Después de los tratamientos de quimioterapia y de una doble mastectomía, el cáncer se encuentra en remisión.
“Cuando pasa toda tu vida cambia considerablemente”.
Durante la enfermedad de Ann, él tomó un rol más activo en la vida y las actividades extracurriculares de sus dos hijos.
“Incluso contemplé renunciar a ser entrenador para ser un mejor hombre de familia pero al final pudimos hacerlo todo y aquí estoy. Yo quiero ganar partidos y campeonatos, pero ayudar a los jóvenes es tal vez más importante después de esto”.
Tras haber llevado el futbol soccer de South High desde lo más bajo hasta la cima, él ahora está enfocado en mantener la excelencia.
“Yo simplemente quiero que todo siga”.
Él reconoce que los entrenadores asistentes han ayudado a que South High se convierta en una dinastía.
“No tengo miedo de salir y encontrar a alguien que me reta como entrenador y que además de eso pueda dirigir las prácticas y hacer las cosas a un nivel más alto que el mío. Evolucionamos con Cada entrenador que trabaja con nosotros”.
Para mayo, South High estará enfocada en ganar en su distrito y regresar al campeonato estatal para competir por otro título. Los entrenadores, jugadores y fanáticos de los Packers lo esperan. Pero, como dijo Maass, “la clave es llegar ahí”.
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