[:es]Indy Engel: sobreviviente al cáncer de seno[:]

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La educadora y traductora de español, Indira “Indy” Engel, estaba lista para retomar su vida laboral pues sus hijos Sam y Joanna, habían cumplido 6 y 4 años respectivamente. Pero poco antes de cumplir 40 años, fue diagnosticada con cáncer de seno.

Al compartir la noticia con su esposo Jeff, su mayor angustia fue la de comunicárselo a su madre y al resto de su familia en Panamá, por lo que revisó toda la información disponible al respecto: “Leí mucho y supe que era de crecimiento rápido, grado 3, lo que quiere decir que es muy agresivo y las estadísticas indicaban que es muy difícil de tratar”.

Comenzaron las noches de insomnio para el matrimonio Engel, pero “después de haber procesado el shock”, Indy evaluó las alternativas eligiendo cuidadosamente lo que haría “para prevenir una recurrencia”.

“Aquí en Omaha estamos en la meca de los mejores hospitales, clínicas y tratamientos – enfatizó Indy -, y eso es lo que me gustaría compartir con todas las mujeres y hombres, porque los hombres pueden también tener cáncer de seno”.

Durante su lucha Indy acumuló muchas lecciones, la primera y la más valiosa fue la de no dejarse llevar por lo que otros le comentaban: “Es importante concentrarse, enfocarse en su propia salud, en lo que es normal para usted, y ya entonces, tomar decisiones”.

El cáncer no era un tema del que se hablara en su familia, aunque apenas un año antes un tío falleciera por cáncer de colon y años atrás, su abuela, por cáncer uterino, así que Indy consideró que podían ser señales de un lazo genético. Sin embargo, una prueba de sangre indicó lo contrario generándole cierto alivio al significar que genéticamente ni su hija, hermanas o sobrinas, estaban en riesgo.

“La primera consulta que tuve fue con el cirujano y en retrospectiva debí de haber hablado con un oncólogo primero – reconoció Indy -,  pero yo tenía tanto miedo porque no podía seguir confiando más en mi cuerpo, así que elegí la cirugía completa y ya después, me reuní con el oncólogo”.

El proceso duró más de un año y medio aproximadamente. Indy recibió quimioterapia y antes de someterse a la reconstrucción de su cuerpo por medio de la cirugía plástica, aceptó generosamente participar en diversos estudios clínicos apoyando las investigaciones científicas sobre el cáncer.

En casa, cuando Indy regresaba de alguna dolorosa sesión en hospitales, sus pequeñitos contribuían a su descanso, gracias al proyecto elaborado por Jeff: “Le doy mucho crédito porque él es muy visionario. Al principio estábamos nerviosos, pero una vez que vio el plan claro dijo ‘okay vamos a hablar con los niños, vamos a sentarnos a explicarles qué es lo que va pasar en términos simples y vamos a usar la palabra cáncer porque ellos tienen que entender que esto es cáncer’. Él les dijo ‘mamá tiene soldados en su cuerpo que ahora mismo están perdiendo la batalla y necesitan ayuda y ésos refuerzos van a ser medicamentos que son muy fuertes’, y así los fue preparando”.

Para el día de su cumpleaños, la caída de su cabello era bastante notable así que todos juntos, incluyendo a la abuelita, fueron a una clínica especializada en cosmetología para pacientes como Indy. Sin su pelo frente al espejo, la hermosa mujer reconoció “es real, está pasando”, y entre lágrimas no pudo evitar sonreír cuando su hijo comentó “¡ahora pareces la hermana de papá!”.

Rodeada de amor e instantes agridulces, Indy conoció a otras mujeres sobrevivientes y la inesperada partida de una de ellas, la marcó para siempre: “Por eso no puedo celebrar. No me siento con ánimo de celebrar porque cada día en sí, es una celebración”.

Por la mañana, aún con la alegría de sentirse viva, personas como Indy se paralizan por segundos: “Porque nos da terror el no volver a ir al doctor con ésa regularidad de antes, porque entonces quién nos va a decir si hay algo malo. Es como si trajeras un paracaídas que ya no funciona más y estás todavía en el aire”.

Es por ello que programas como Un Tiempo para Sanar (A Time To Heal Foundation) cumplen una labor extraordinaria desde el 2005, gracias a la visión de sus fundadoras la Dra. Stephanie Koraleski, psicóloga e hija de una sobreviviente de cáncer y la Dra. Kay Ryan, enfermera y sobreviviente de cáncer de seno.

Dos años después de su recuperación, Indy se integró al equipo que buscaba brindar sus servicios en español y bajo la dirección de una antigua amiga, Julie Jahde Pospishil, la maravillosa “Maestra Julia”, propietaria de Spanish Chat Company, surgió la idea de realizar un CD de ayuda: “La clave de este programa es que no se hace durante el tratamiento sino después. Apenas termina la radiación, quimioterapia y cirugía, uno está listo para retomar su vida y entonces se toma el tiempo para sanar”.

Un Tiempo Para Sanar presentará su segundo material en español, un DVD con ejercicios de relajación en el cual Indy relató parte de su experiencia: “Hasta que pasé por el programa fue que me dije, ‘okay, ¡sobreviví!’, y aquí estoy”.

 

Grupo de Enfoque de Un Tiempo Para Sanar (A Time to Heal Foundation)

Sábado 5 de noviembre, 10-11:30am

Biblioteca Pública del sur de Omaha (calles 28 y Q)

atimetohealfoundation.org

Infórmese con la “Maestra Julia”, Julie Jahde Pospishil,

www.SpanishChatCompany.com

402.398.1384

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