Transporte inclusivo en áreas rurales: un catalizador para la reducción de pobreza y desarrollo rural

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Pobreza rural y transporte rural en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe es la región en desarrollo más urbanizada del mundo, con 8 de cada 10 personas que ahora viven en ciudades, las áreas rurales aún albergan el 18,5% de la población de la región, un estimado de 120,6 millones en 2020. Sin embargo, de acuerdo con la CEPAL (2019), la tasa de pobreza en áreas rurales alcanza el 46,8% en la región, lo que incluye un 21,2% que son extremadamente pobres, 25,6% pobres, y 24,8% que pueden clasificarse como personas de bajos ingresos. 

En América Latina y el Caribe, la ausencia de infraestructura vial y la falta de su mantenimiento en las zonas rurales es una de las principales barreras para que las comunidades rurales tengan acceso a los servicios básicos. Según el Proyecto de Inventario Global de Carreteras (GRIP) (2018), una comparación regional indica que la cobertura de las carreteras locales es menos densa en ALC en comparación con otras regiones y otros tipos de carreteras (Figura 1).

El Índice de Acceso Rural (RAI, por sus siglas en inglés), desarrollado por el Banco Mundial, mide la cuota de la población rural que vive en las inmediaciones (que se define como a aproximadamente 2 km) de una carretera “de buena calidad”. Se estimó que el RAI promedio en ALC fue del 59,4% en 2006; lo que indica que la infraestructura vial física es inaccesible para cerca del 40% de la población de la región.

Figura 1. Inventarios carreteros globales de vías terciarias y carreteras locales

Impacto de rehabilitación de caminos rurales en reducción de pobreza e inclusión social de comunidades rurales

El transporte rural genera los beneficios para los hogares rurales y las comunidades locales, tales como:

  • reducir los costos de transporte y el tiempo de entrega de productos agrícolas,
  • incrementar las oportunidades laborales fuera de finca y no agropecuarias, y
  • mejorar el acceso a servicios básicos, lo que contribuye a aliviar la pobreza rural y al acceso universal. 

Las evidencias en la región; por ejemplo, un estudio realizado en Colombia; mostró que a medida que incrementa la conectividad carretera, el consumo anual de estas familias lo hizo en un 14% en promedio durante los tres años de la intervención. Según evaluaciones del impacto de los programas de carreteras rurales en Perú, las carreteras pavimentadas tienen un impacto especialmente importante en áreas con acceso muy restringido a mercados laborales asalariados no agrícolas; pues ayudan a reducir la participación no pagada en fincas familiares. El estudio de Perú demostró también el impacto significativo en las reducciones de tiempos en el desplazamiento a los centros de salud y escuelas; que tienen correlato con un incremento en el acceso a servicios de salud; medidos a partir de la demanda de consultas médicas y de asistencia a la escuela entre las personas en edad de 13 a 18 años.

Un paso hacia el desarrollo rural mediante movilidad rural sostenible e inclusiva

Además de sus beneficios directos, el transporte rural es indispensable como catalizador para contribuir a estrategias destinadas a aliviar la pobreza rural. Antes de diseñar estrategias para atender los factores multidimensio­nales que exacerban la pobreza rural y la exclusión en la región, estos deben comprenderse a ca­balidad. El transporte rural debe diseñarse e implementarse con intervenciones complementarias; concebidas para multiplicar los beneficios económicos y sociales para las comunidades rurales y ayudar a mitigar sus vulnerabilidades.

La participación de la comunidad por medio del empleo en proyectos carreteros que requieren trabajo intensivo; que incluyen, no solo la construcción y rehabilitación, sino también el mantenimiento; siempre se ha fomentado. Se trata de proporcionar oportunidades a los habitantes rurales; para la generación de ingresos adicionales y la acumulación de capital para la puesta en marcha o la adquisición de activos agrícolas.

El Programa de Caminos Rurales en El Salvador, va a contribuir a aumentar la actividad económica y la generación de oportunidades de empleo inclusivo de mujeres en la población beneficiada por las intervenciones del programa.

Las intervenciones sinérgicas que acompañan a los proyectos carreteros deben integrarse para amplificar y diversificar el impacto económico de una conectividad rural-urbana mejorada en el perfil y estructura de las economías rurales.

El programa Ventana de Desarrollo Local de Perú, tuvo un impacto en el desarrollo local (El Comercio en promedio se ha incrementado en 2.55%). Ayudó a una asociación de pequeños productores rurales a desarrollar planes de negocio; obtener financiamiento de diversas fuentes; y fortalecer la participación del sector público en el desarrollo rural.

El gobierno debe tomar un papel activo en la facilitación de servicios de transporte confiables, seguros y asequibles para pasajeros y carga; a través de brindar varias formas de modos, incluyendo el transporte no-motorizado.

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