La excepcionalidad del coronavirus ha llevado a las aduanas españolas a una situación sin precedentes durante el estado de alarma. Las operativas aduaneras han afrontado diversas circunstancias que se han solventado con éxito, como la seguridad o la priorización de los despachos de productos de primera necesidad. Gran parte de los desafíos de esta emergencia sanitaria habrían sido imposibles de superar sin los esfuerzos de modernización y digitalización de los últimos años en el ámbito aduanero. “Esta misma situación, unos años atrás, hubiese ocasionado el bloqueo y quizás el colapso de las cadenas logísticas”, ha asegurado el presidente de Grupo Arola, Alejandro Arola. En todo caso, lejos de caer en la autocomplacencia, “nuestro objetivo no es estar como antes, sino estar mejor que antes”, ha manifestado el presidente de Feteia-Oltra, Enric Ticó.
“Sabíamos que íbamos a ser considerados esenciales durante la pandemia y no podíamos fallar”, ha subrayado el presidente del Consejo General de Agentes de Aduanas, Antonio Llobet. “Disponemos de unos sistemas que nos han permitido seguir trabajando sin prácticamente notar gran diferencia”. No obstante, aunque los procedimientos aduaneros contemplan “situaciones extremas como las que estamos viviendo”, Llobet ha reconocido que “ha habido muchas cuestiones a las que hemos tenido que ir dándoles soluciones sobre la marcha”. Entre otros, Enric Ticó ha especificado que “la mayor problemática fue la obtención de los certificados de origen o sanitarios, pues el cierre de las aduanas provocó tener que trabajar con certificados en formato digital, pero ciertos países no lo aceptaban”.
De esta forma, los recursos y herramientas tecnológicas han facilitado el mantenimiento de las operaciones durante las peores semanas de la pandemia hasta ahora. Desde servicios en la nube hasta teletrabajo, cada compañía aduanera ha implementado en los últimos meses su propio sistema para gestionar las operativas. “La tecnología nos ha permitido el desarrollo del trabajo con normalidad en un entorno absolutamente excepcional”, ha manifestado Alejandro Arola. En este ámbito, el director general de la consultora Juma Consulting-OEA Consultores, Carles Cardona, ha añadido que “los efectos del coronavirus han permitido testear los sistemas informáticos que habíamos implementado en 2019, mejorar la toma de decisiones en entornos complejos, conocer los fallos tecnológicos y las carencias o limitaciones de algunos equipos de consultoría”.
Por su parte, el director de departamento de Normativa Aduanera y Comercio Internacional en Taric, José Luis Cabrera, ha recordado que “tener en la nube aplicaciones ha permitido a los trabajadores realizar los despachos de aduanas desde casa”. A pesar de ello, Enric Ticó ha explicado que “la falta de personal inspector en las instalaciones y la necesidad de evitar el contacto físico provocó que en algunas fechas se redujera el nivel de controles físicos a las mercancías”, una situación que paulatinamente ha ido optimizándose.
Por otra parte, el coronavirus ha propiciado picos de actividad por la importación de material sanitario, especialmente en las primeras semanas, cuando “los mercados internacionales estaban más nerviosos y resultaba complejo encontrar medios de transporte disponibles”, según el presidente de Feteia-Oltra. En este sentido, José Luis Cabrera ha valorado que esta demanda se dio para “un producto complicado, muy sensible en el sentido de que debía pasar muchos controles”. Además, otros factores que también han influenciado en esta distorsión del mercado han sido, tal y como ha identificado Antonio Llobet, el comportamiento de la exportación y “la fluctuación que se ha dado como consecuencia de la supresión de servicios por parte de las navieras”, factor que ha impactado en la periodicidad de las llegadas de los buques y ha provocando “picos y descensos acusados”.
En paralelo, el coronavirus ha generado un aluvión de actividad legislativa. “En función de las normativas que se han ido regulando durante el estado de alarma, se ha debido asimilar su contenido y proponer mejoras”, ha especificado Antonio Llobet. A este respecto, la coordinadora de Normativa Aduanera y Comercio Internacional en Taric, Alejandra Sola, ha señalado que “ha habido momentos en los que la acumulación de información y su cambio prácticamente a diario, tanto por parte de la Comisión Europea como de la Aduana española, nos ha exigido estar a un nivel de actividad y de atención de consulta que pocas veces hemos visto”. No obstante, ha puntualizado que “la intención tanto de la Comisión Europea como de la Aduana española ha sido facilitar el trabajo a los operadores, teniendo en cuenta que las medidas de distanciamiento y las restricciones de movimiento estaban presentes”.