La región necesita mejorar la calidad de sus exportaciones para aportar valor agregado, integrarse en las cadenas de valor globales y fomentar un crecimiento económico a largo plazo.
Después de una recesión económica que duró dos años, en 2018 América Latina retomó el crecimiento, con un modesto 2% en promedio. Pero ante la volatilidad global y los cambios en las dinámicas comerciales internacionales, la pregunta que vuelve a tomar vigencia en los debates de economistas y gobiernos de la región es cómo garantizar que este repunte sea sostenible en el mediano y largo plazo.
Existe el consenso generalizado a nivel global –y particularmente en la región- de que el crecimiento no puede sostenerse indefinidamente a costa de la explotación de materias primas, y que es necesario tener sectores productivos pujantes y un tejido empresarial sólido para garantizar un desarrollo económico sostenible que incluya a la gran mayoría de los ciudadanos.
Entre los esfuerzos que América Latina está llevando a cabo para aumentar la productividad y poder competir con garantías a nivel global, se encuentra el programa Empresas de Excelencia Exportadora , que vincula a sector público, privado, academia y entidades que promueven el desarrollo industrial y el comercio exterior para generar modelos de negocio innovadores que permitan a las empresas de la región mejorar su competitividad en mercados internacionales.
Inicialmente implementado en Colombia, el Programa 3E atrae empresas ancla y nuevas empresas innovadoras a productos que aún no existen en el país, para que éstas contribuyan con el proceso de inserción de las industrias a las cadenas globales de valor. De esta manera, se crean encadenamientos virtuosos en sectores competitivos con un alto potencial de crecimiento, con lo que el producto terminado tiene un significativo porcentaje de origen nacional.
“El reto de las empresas exportadoras de productos y servicios no tradicionales es innovar y dinamizar sus modelos de negocio para competir con excelencia a nivel global, al tiempo que incentivan la creación de más empleos de calidad”, explica Juan Carlos Elorza, director de desarrollo productivo y financiero de CAF.
Elorza considera que es necesario desarrollar un lenguaje unificado y un conocimiento, no solo sobre qué se exporta –visión producto-céntrica de las ventas al exterior–, sino también sobre cuáles son los componentes del modelo de negocio exportador de la organización –visión estratégica del modelo de negocio exportador.
Según los expertos, existen diversas razones por las cuales las empresas deben dinamizar sus modelos de negocio:
- Reinventar la forma cómo se generan utilidades
- Organizar sus modelos de negocios con mejores estrategias corporativas
- Analizar las tendencias globales que pueden transformar sus respectivos negocios
- Producir un cambio de juego en la industria o mercado
- Construir un nuevo negocio sobre el modelo ya construido
