El edificio ubicado en el número 427 W. de la Fifth Street de los Ángeles California, había sido construido en 1887, su fachada era una representación del estilo Gótico Español y su interior del Art Noveau, inspirado por el auditorio Louis Sullivan de la ciudad de Chicago; sirvió para varios propósitos, fue destinado al culto religioso y también sala de espectáculos en la que se realizaban conciertos y óperas  y, en el siglo 20, fue también sala de cine, una de las más grandes en aquel tiempo en Estados Unidos, pues tenía un aforo para 2700 personas; fue conocido como el Auditorio Clune, demolido en 1985 y tiene un triste récord: ser la primer sala de cinematografía en que se exhibió, en 1915, la película del director D. W. Griffith, titulada como “El nacimiento de una Nación”, esta película promovía abiertamente el racismo y la supremacía blanca y presentaba a la organización racista Ku Klux Klan, como una salvadora de la nación americana y a los afroamericanos como una clase floja, borracha, ladrona y violadora. En su inicio la pantalla exhibía una frase del entonces presidente de ese país, Woodrow Wilson “Los hombres blancos fueron provocados por un mero instinto de supervivencia... hasta que finalmente surgió un gran Ku Klux Klan, un verdadero imperio del sur, para proteger al territorio sureño”. Wilson tuvo que retractarse luego y declarar que reprobaba esa lamentable producción.

Tristemente esa expresión cinematográfica del racismo imperante en Estados Unidos es solo una muestra de una actitud de millones de norteamericanos que ha resurgido con fuerte ímpetu desde la campaña y durante la presidencia de Donald Trump, muchos grupos consideran que se está viviendo una nueva época de fascismo, que puede llevar a los excesos que se dieron en otras sociedades, hace poco menos de un siglo. El catedrático de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, Peter Beinart, refiere las encuestas, realizadas por Suffolk, de las que se ha desprendido que el 76% de los demócratas consideran al señor Trump como una persona racista y el 71% de ellos también estiman que sus políticas tienen un tinte fascista.

Lo que fuera el movimiento por los derechos de la gente de color en los Estados Unidos y la sociedad igualitaria que se plasma en la Constitución Norteamericana y que fue el sueño del promotor de la resistencia pacífica en ese país, el Reverendo Martin Luther King, se ha transformado en la actualidad; el maestro de ciencias políticas considera que, ante esto, ha surgido en el país un movimiento contra la ultraderecha, como no se había visto desde los años sesenta, con una gran diferencia: durante la influencia de Trump, la violencia caracterizó a ambos bandos.

Estados Unidos, es cada vez, una nación más plural en su composición étnica y esto la hizo fuerte en el pasado y seguirá haciéndolo en las décadas por venir, pero es necesario que aquellos que piensan que el país norteamericano es una nación que pertenece a los blancos anglosajones, dejen de ser una fuerza de oposición a aquello que consideran no es su esencia y esto no surgirá de golpe sino que será un proceso lento sobre todo en la educación, que las generaciones venideras tengan, tanto en su hogar como en las escuelas.

 

Oscar Müller Creel

Oscar Müller Creel