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La charrería, el antiguo arte mexicano principalmente del manejo del caballo, es indiscutiblemente un baluarte de la mexicanidad, en cuyo entorno se ha desarrollado un patrón de cultura que la señala como una forma de vida, como un patrimonio histórico, como una tradición con olor a siglos, como un símbolo viviente de nacionalismo o sencillamente como el deporte nacional de un país rico en costumbres.
Aun cuando actualmente la charrería es considerada un deporte, en muchas regiones de México sigue siendo una forma de vida que se trasmite de generación en generación. De ahí que se le asigne un papel tan importante entre las tradiciones de dicho país, siendo tal vez una de las más auténticas y bellas.
Con este panorama, resulta aplaudible que en la ciudad de Omaha se este apostando por actividades que llevan a rescatar, conservar y trasmitir esta actividad, tal como ocurrió en las instalaciones del restaurante La Mesa, en Bellevue, donde se realizo una “Fiesta Charra”, bajo los auspicios del Consulado de México en Omaha.
De acuerdo con la Cónsul Guadalupe Sánchez Salazar, esta actividad forma parte de un proyecto que presentó Sergio Robles, miembro del Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), a las autoridades mexicanas, para lograr su ingreso a dicho gremio y para promover el deporte de la charreria.
Desde que se planteo su desarrollo, en el 2015, las autoridades del IME reconocieron el esfuerzo del consejero Sergio Robles, por la presentación del proyecto sobre charrería, “Así como por la labor que ha realizado durante su vida profesional en beneficio de la comunidad mexicana residente de kansas y Nebraska”.
Por ello, para Robles fue un día de fiesta esperado el ver cristalizado el primer evento de promoción, educación y rescate de la charreria, en el cual estubo presente también Ricardo Chairez, presidente de la Asociación Nacional de Charros Federados de Nebraska, y Antonio A. Gómez de la Asociación de Charros Unidos de Siouxland, quien es además Comisionado del Condado de Dakota.
El evento opero como un taller interactivo, que abarco: Demostración y significado del atuendo charro y escaramuza, práctica y dominio de la Soga, cala de caballos, manejo de la rienda a la alta escuela y reglamento de la Federación Mexicana de Charrería.
Al referirse a la historia de la charreria, Robles indico que “en algún momento en la historia de México, muchos de los antiguos hacendados se vieron desplazados del campo y emigraron hacia las grandes ciudades, donde abandonaron gran parte de sus prácticas y tradiciones rurales. Sin embargo, la nostalgia los llevó a reunirse periódicamente para revivir las antiguas faenas. Así, se formo la primer Asociación Nacional de Charros [1921]. Pronto, las agrupaciones de charros se multiplicaron en México, dando origen a un deporte que hoy en día [por decreto presidencial realizado en 1933], es considerado el deporte nacional de México”.
Actualmente, miles de charros practican de manera organizada la charreria, regido por la Federación Mexicana de Charrería. Ésta integra a más de 900 asociaciones de México y Estados Unidos, en cuyos estados de California, Texas, Arizona, Nuevo México, Illinois y Nebraska también se practica.
Durante el evento, se dijo que la charrería como deporte está constituida por diferentes prácticas o suertes, muchas de las cuales tuvieron su origen hace varios siglos. Es también un factor de unidad entre muchas familias mexicanas que, de una u otra forma, participan directa o indirectamente en su práctica.
Algo que también se subrayo que que para los mexicanos el charro lleva sobre sus hombros la responsabilidad de ser el prototipo del nacionalismo, símbolo de la identidad de un pueblo que se manifiesta sin reservas, sin imitaciones.
Finalmente, al termino de las actividades planeadas, la Cónsul Titular Guadalupe Sánchez, hizo entrega a los charros participantes de un reconocimiento por su prestancia y disposición a promover con orgullo y dignidad, las tradiciones y valores de México en el extranjero, así como por su compromiso por ayudar a proyectar una imagen positiva de México.
Por su parte, Sergio Robles expreso: “Este deporte-arte ha trascendido al tiempo y a la geografía. Un sombrero charro identifica a México universalmente, y los charros han mostrado al mundo su tradición con orgullo en múltiples viajes de buena voluntad a varios países de América y Europa. Hoy seguimos luchando por mantener viva esta tradición, como un rasgo de identidad de México, pero sobre todo por amor a nuestras raíces”,
De esta forma, queda claro que la riqueza que conforma el patrimonio artístico-artesanal de la charrería es tan extraordinaria, que por eso es considerada una tradición con más de 400 años de historia, misma que hoy se ve enaltecida en la ciudad de Omaha.[:]