En estas pandemia, especialmente en aquellas semanas más duras, limitadas a la prestación de servicios esenciales, el sector de la logística y el transporte ha hecho un gran esfuerzo para garantizar las cadenas de suministro. “El sector de la logística ha estado sin duda en primera línea de una forma silenciosa y eficaz cumpliendo escrupulosamente con sus deberes y responsabilidades dentro de la sociedad y más en este momento tan complejo”, explican desde la compañía Bergé.
Desde Bergé señalan que el esfuerzo realizado por los operadores logísticos debería verse acompañado en la misma proporción por la Adminsitración, las autoridades portuarias, por ejemplo y los organismos competentes. Por tanto, “más que reconocimiento, esperamos empatía y esfuerzo del sector público hacia las empresas, generando un escenario de flexibilidad que permita al sector privado adaptar sus negocios a la realidad presente”.
Los operadores logísticos sostienen la continuidad del suministro y blindan las cadenas de producción
Los operadores logísticos conectan las empresas con sus proveedores y clientes, blindan las cadenas de producción, sostienen la continuidad del suministro y garantizan el abastecimiento de los productos imprescindibles, tanto para las compañías como para el conjunto de los ciudadanos. La logística por tanto es un sector bisagra, aseguran desde Bergé. “El transporte y la logística son motores de la recuperación. Si, por ejemplo, se reanuda la producción de vehículos, donde España es el noveno productor, la logística es lo que posibilita que ese engranaje se reactive y funcione”.
En cuanto a los escenarios de recuperación, es difícil prever. “En España, más allá del lógico esfuerzo de las empresas, dependerá de cómo la Administración facilite con medidas la liquidez de las empresas y ayude a generar competitividad. Y, por otro lado, cómo potencie e implante ayudas al sector productivo, principalmente automovilístico, siderometalúrgico, de componentes, etc. Sobre el mercado automovilístico, es fundamental, como están pidiendo las grandes patronales que se articule un plan de ayudas a la compra sin discriminar tecnológicamente ninguna motorización, tal como se está haciendo en otros mercados.
Las expectativas no son halagüeñas para la economía
Según las estimaciones del propio Gobierno, el paro podría dispararse hasta el 20%, por lo que en general las expectativas no son halagüeñas para la economía. En concreto, las principales dificultades que está sufriendo el sector logístico en materia laboral pasan por la poca flexibilidad a la hora de aplicar los ERTE y las complejidades normativas para su gestión y registro. No obstante, también caben destacar complicaciones operativas para aplicar las moratorias y aplazamientos en los pagos de la Seguridad Social, así como trabas para tramitar las bajas laborales por Covid-19 y por accidente de trabajo.
“La implantación del teletrabajo ha blindado el mantenimiento de la actividad y garantizado una relación fluida con todos los clientes de la compañía“, señala el grupo Bergé
Las respuestas que se den a estos frentes, pues, serán determinantes para mitigar el impacto de la crisis en el empleo asociado al sector, analizan desde el punto de vista de operador logístico.
Reconstrucción económica
Lógicamente, algunos sectores se han visto restringidos, acusando especialmente la caída de la actividad. Pero en este contexto de parálisis y de necesidad de generar riqueza, el sector logístico es un motor para la recuperación económica, como demuestran los datos de los que se desprende que el sector de la logística y el transporte representa en torno al 8% del PIB de España, mueve un volumen de negocio próximo a los 110.000 millones de euros y da trabajo a unas 800.000 personas. Este es un sector que contribuye indudablemente al sostenimiento del estado del bienestar.
La compañía Bergé reflexiona sobre el papel que debe adoptar el Gobierno para la reconstrucción económica del país. “El Gobierno debe apostar por el negocio logístico y portuario como uno de los motores fundamentales para la competitividad de la industria española y, por ende, la reconstrucción económica de España. Más allá de la evolución propiamente dicha, aquí lo importante es que haya una apuesta clara de la Administración por este sector, y eso no solo redundará positivamente en la salud de la logística, sino en el conjunto de la economía y de la sociedad”.
“Tienen un papel fundamental y ejercerlo correctamente pasará por fomentar la liquidez, ayudar a aumentar la competitividad, apostar por el sector productivo, incentivar la demanda interna y fomentar la implantación de la tecnología. Esto último fundamental porque España es país productor en muchos sectores, como el automovilístico, pero las decisiones se toman en otros países, y una menor competitividad por una menor implantación tecnológica conlleva riesgos de deslocalización”, asegura el representante de la compañía.
En este contexto, “como operador logístico inmerso en el ámbito industrial, desde Bergé nos sumamos a las propuestas efectuadas por la Alianza por la Competitividad de la Industria Española, entre las que destacamos la necesidad de establecer incentivos a la inversión, de impulsar la demanda del sector automovilístico y, sobre todo, de aplicar una reducción de tasas portuarias y un aplazamiento de cánones en aras de incrementar la eficiencia en el transporte de mercancías y en la cadena logística, para garantizar el abastecimiento de materias primas y productos”, afirma.
“El esfuerzo realizado por los operadores logísticos debería verse acompañado en la misma proporción por la Administración y los organismos competentes. Más que reconocimiento, esperamos empatía y esfuerzo del sector público hacia las empresas, generando un escenario de flexibilidad que permita al sector privado adaptar sus negocios a la realidad presente”, aseguran desde Bergé
Aumentar la competitividad a través de la tecnología
En el caso del sector logístico, la situación actual ha dejado patente la necesidad de aumentar la competitividad a través de la implementación de la tecnología para la gestión de toda la cadena de valor. El objetivo no es otro que ser más productivos y eficientes, algo que, si ya anteriormente era una exigencia, en un mundo post-Covid lo será mucho más.
Bergé asegura que el Covid-19 ejercerá de acelerador especialmente para el desarrollo de nuevos e incipientes modelos de negocio, como el puerto inteligente o la logística 4.0. “Todo ello nos ayudará a ser más competitivos y contribuir así a aumentar la fortaleza del tejido industrial español. En los últimos años, el peso en el PIB de la industria se ha reducido y eso hace más vulnerable al país frente a las crisis. Este es un momento de oportunidad para ser mejores”, añade.
El teletrabajo garantiza una relación fluida con los clientes
“Nuestro plan de continuidad de negocio ha sido posible gracias a que los procesos operativos y administrativos fueron adaptados en tiempo y forma a través de la puesta en marcha el pasado 2 de marzo de un comité de gestión Covid-19. Desde esa fecha, hemos realizado un amplio despliegue de protocolos de actuación, medidas preventivas y de contingencia”, explica Bergé.
“El Gobierno debe apostar por el negocio logístico y portuario como uno de los motores fundamentales para la competitividad de la industria española”
“Esta batería de medidas, orientadas a garantizar una dinámica eficiente de trabajo y proteger la salud y seguridad de todos los empleados, colaboradores y clientes, recogió como primer paso la implantación del teletrabajo para blindar el mantenimiento de la actividad y garantizar una relación fluida con todos los clientes de la compañía. Y hemos demostrado que mediante esta modalidad podemos trabajar en situaciones como ésta con total garantía. Ahora bien, las relaciones y la interacción personal son necesarias y enriquecedoras y, en un contexto de normalidad, compatibles con la tecnología”, concluye Bergé.