Santo Domingo. -En la recuperación del transporte aéreo comercial debe primar un gran esfuerzo conjunto de todas las partes involucradas en el sistema, incluyendo de forma preponderante los gobiernos nacionales y sus autoridades aeronáuticas y sanitarias.
La afirmación es del director general del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) Alejandro Herrera al analizar el impacto en ese sector de la pandemia ocasionada por el contagio agresivo del nuevo coronavirus identificado como COVID-19.
“Uno de los sectores más perjudicado con el cierre de las fronteras en la casi universalidad de países del mundo es el transporte aerocomercial, cuya paralización igual generará más pobreza”, apunta Herrera en un artículo publicado en el Listin Diario y en el portal del IDAC.
El funcionario ofrece el detalle de que cerca del 90% de la flota mundial, estimada en aproximadamente 25 mil aviones, ha quedado en tierra, poniendo en riesgo la pérdida de empleo a un alto porcentaje de los 25 millones de personas, de las cuales 2.9 millones son latinos, cuyos salarios dependen de la industria de la aviación civil.
Revela que las entidades líderes del sector aeronáutico mundial, como la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil (CLAC) y la Corporación Centroamericana de Servicios de Navegación Aérea (COCESNA) han iniciado contactos y reuniones virtuales con las autoridades aeronáuticas de los distintos países, tendentes a explorar todas las posibilidades de un reinicio gradual en la medida que las circunstancias sanitarias de cada nación vayan permitiendo la reapertura de sus fronteras aéreas.
En espera de que surja una vacuna que indicaría el final de la pandemia, el Dr. Herrera sugiere en su análisis que las líneas aéreas, en base a la cooperación, la coordinación y el liderazgo de la OACI y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “deben consensuar estándares de bioseguridad como claves para comenzar a devolver la confianza al público, y que este vuelva a viajar confiado de que no va ser contagiado, para lo cual será preciso, mientras tanto, como ya lo han decidido algunas líneas aéreas de forma unilateral, el uso obligatorio de guantes, mascarillas y la realización de pruebas rápidas antes de abordar, entre otras medidas preventivas”.
“El mundo moderno y la dinámica comercial no se conciben sin el avión como medio de transporte por excelencia para personas y cargas, por lo que su recuperación resulta prioritaria, y debe ser fruto de otro gran esfuerzo de todas las partes involucradas en el sistema, incluyendo de forma preponderante los gobiernos nacionales y sus autoridades aeronáuticas y sanitarias”, concluye diciendo Alejandro Herrera.