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Entre telas, hilos multicolores, patrones y tijeras, Yolanda Díaz se ocupa afanosamente de la producción de los llamativos diseños de su empresa de moda infantil, Little Miss Fashion.
Su modesto taller de costura apenas puede contener las vistosas prendas que agrupadas por tallas, parecen querer escaparse para llegar directamente a los hogares de las niñas en un día de fiesta.
“La mayor parte de mis diseños están inspirados en nuestra gente mexicana, en nuestros indígenas”, comentó la destacada diseñadora quien subrayó que el material principal con el que trabaja actualmente “es manta mexicana, únicamente adornada con encaje y en estilo contemporáneo”.
El gusto por la confección de ropa le viene a Díaz desde que en México, con suficiente destreza para manejar una sencilla máquina de coser y aún siendo estudiante, confeccionaba sus propias prendas “con lo que hubiera a la mano”.
Su incursión en el mundo de la ropa infantil se debe a que a la par de concluir sus estudios académicos, Díaz aprovechó la oportunidad de desarrollarse en un negocio de elaboración de uniformes escolares por 15 años.
Y pese a que en ése tiempo la tenaz modista logró prosperar, algunas cuestiones familiares la orillaron a tomar la decisión de emigrar a Estados Unidos acompañada de su hijo Adrián, cargando un modesto equipaje primordialmente constituido por sueños.
Aunque Díaz tuvo que desempeñar distintas ocupaciones tanto en la industria de la limpieza como en una compañía manufacturera, ella siempre albergó la esperanza de tener un estudio donde pudiera dar forma a la indumentaria que de manera peculiar, hiciera feliz a las pequeñitas.
Fue hasta el 2004 y gracias al Programa de Microempresas del Centro Juan Diego de Catholic Charities que Díaz obtuvo el entrenamiento y la asesoría necesaria para abrir su primer negocio, La Princesita, dirigido a la comunidad hispana. Un anhelo cumplido que posteriormente, con la visión de una mayor apertura orientada al público anglosajón, se perfeccionaría en Little Miss Fashion.
La ocasión surgió cuando encaminada en la manufactura de su línea y mientras ayudaba como voluntaria en agencias como el Centro de Latinas y el Intercultural Senior Center, Díaz leyó en el Omaha World-Herald que se buscaban modistos para la Omaha Fashion Week.
“Es la única vez que puedo decir que la barrera del lenguaje me ayudó”, aclaró Díaz quien al ponerse en contacto con los organizadores, en vez de decir en inglés “I design for children“, dijo “I design for little girls“, lo cual se interpretó como que niñas de 13 a 15 años podrían lucir sus atuendos.
Sus interesantes bocetos fueron aprobados inmediatamente pero cuando Díaz envió sus muestras, comprendieron que se trataba de moda infantil y la condicionaron a encontrar y preparar a sus propias modelos.
Las nenas desfilaron por la pasarela como profesionales y con ello, “abrimos el camino para otros diseñadores de niños que dos años después, empezaron a aparecer” en dicha plataforma.
Las atractivas creaciones de Díaz generaron el interés de la famosa tienda en línea Zulily, con la que firmó un contrato que en mayo del 2012 puso a la venta una estupenda colección, compuesta por 20 estilos diferentes de hermosos o conjuntos de leggings y blusas de tela de algodón y espándex.
“Lo más difícil en este negocio es entrar en el gusto de la gente”, afirmó Díaz quien hasta ahora se presenta con regularidad en zulily.com y sus clientes han ido aumentando.
Para Díaz, un buen diseñador “tiene que buscar su identidad” y así lo refleja empleando la manta de colores que evoca sus raíces mexicanas: “Me ha traído mucha suerte el hecho de ser latina”.
Y aunque creativamente hablando, nada detiene a la notable modista, si han habido ocasiones en las que ha tomado medidas extraordinarias, incluso ayudada por sus familiares en México, para sacar una nueva producción a la venta. Apoyada por agencias estatales y locales, Díaz ha obtenido varios préstamos para financiar la adquisición de equipo industrial y por supuesto, de telas, acatándose a las regulaciones de importación y exportación que no conocía al inicio de su carrera: “Lo cual es complicado sobre todo cuando no conoces los métodos, pero poco a poco vamos aprendiendo. En nuestra comunidad y en nuestro estado, hay muchos recursos disponibles y muchas organizaciones que ayudan a los pequeños negocios”.
Una de tales organizaciones es Midlands Latino Community Development Corporation que avaló su postulación al premio Nebraska Small Business Person of The Year, mismo que orgullosamente recibió el pasado 2 de mayo en Washington, D.C.
Curiosamente dicho reconocimiento le fue entregado por la también mexicana, María Contreras-Sweet, Administradora Nacional del US Small Business Administration (Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa de Estados Unidos): “Fue una experiencia increíble, ser la primera mujer y la primer latina que lo logra en el estado de Nebraska, dos minorías en un premio”.
Razón por la cual la Alcaldesa de Omaha, Jean Stothert, uniéndose al festejo extendió una proclamación para declarar el 3 de mayo como el “Día de Yolanda Díaz”.
Agradecida por tales distinciones, Díaz prosigue su camino, sorprendida de alcanzar mercados jamás imaginados como Alemania, gracias a que la tecnología “hace el milagro” de abarcar otros continentes.
Segura de que como inmigrante hispana, “cuando uno no tiene dinero, cuando no hay recursos, a uno le sobra ingenio, porque somos inteligentes, emprendedores, porque somos capaces”, Díaz finaliza los detalles de la colección del próximo invierno que se caracterizará por el uso de manta afelpada en faldas, chaquetas y abrigos.
“Una de las cosas que practico es no sentirme culpable de mis errores en cuanto al negocio, e incluso en mi vida personal. No tienes que flagelarte por los errores cometidos en el pasado, al contrario, aprender de ellos, enfrentarlos, seguir adelante y nunca, nunca rendirte”, concluyó la destacada empresaria.
Little Miss Fashion
4601 S. 50th St.
402.714.1221
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